top of page
Un escaparate cultural y paisajístico que escapa de lo meramente deportivo

La pasada Klasika de Amorebieta quedará en el recuerdo del colombiano Carlos Betancur. En una etapa muy complicada para él en las filas del equipo Movistar, conseguía una victoria tras tres años en blanco, desde que ganara la segunda etapa de la Vuelta a Asturias en mayo de 2016. Tras casi cuatro horas de competición, se imponía en meta a sus compatriotas Quintero e Higuita y a su compañero Prades. Sin embargo, el resto del mundo del ciclismo recordará esta edición, la sexagésimo quinta de su historia, por contar únicamente con la presencia de nueve equipos. Pese a ser una carrera del quinto escalón de la UCI, podría haber contado con muchos más corredores. Solo unos días antes, en el Gran Premio Miguel Indurain, de la misma categoría, 125 ciclistas en la salida fueron de la partida. Pero en Amorebieta únicamente fueron de la partida 62 corredores. Esta cifra muestra un carácter descendente en los últimos años y podría evidenciar el peligro que supone la continuidad de esta prueba histórica en el calendario español, como ya ha ocurrido con la Vuelta a la Rioja. El Club Ciclista Logroñés, organizador de la prueba, se veía obligado a anunciar la cancelación de la prueba, como ya ocurriera en 2018, así como su no inclusión en el calendario de la próxima temporada. La falta de lograr una viabilidad económica suficiente fue la principal causante de su suspensión. Contra lo que pueda parecer, organizar una prueba ciclista no es nada sencillo. Al contrario que en otros deportes, donde compiten dos equipos, en un terreno de juego limitado, donde se controla y se cobra fácilmente la asistencia de público y donde un árbitro puede controlar todo lo que ocurre, en un pelotón en movimiento a lo largo de doscientos kilómetros estas pequeñas tareas se convierten en algo muy complejo. No es fácil alojar y desplazar cada día a dos decenas de equipos, el jurado, guardia civil, personal de organización, el personal encargado de montar salidas y llegadas, señalizar el camino y los sitios peligrosos y demás participantes. Sumado todo esto a la dificultad económica al no obtener unos ingresos fijos de los asistentes, los organizadores tienen que recurrir a otras fuentes de financiación para poder sacar adelante la disputa de una carrera.

La preparación de una prueba ciclista requiere meses de trabajo y se inicia prácticamente con un año de antelación. En cuanto acaba la edición actual y ha quedado liquidada económicamente, con todos los gastos pagados, se comienza a trabar en la edición siguiente. En la Vuelta a España se trabaja incluso con dos años de antelación y en el Tour de Francia, con hasta tres o cuatro años. “Es un hilo continuo. La intensidad de trabajo no es alta todos los meses, pero sí es continua”, enfatiza Miguel Ángel de los Mozos, miembro del Instituto Provincial para el Deporte y Juventud de Burgos (IDJ) y miembro de la organización de la Vuelta a Burgos. Las labores comienzan dentro de la propia administración pública, el club o la entidad que organiza la carrera. Debe existir una voluntad política y aprobarse en junta de Gobierno. La carrera debe encontrar un hueco en el calendario de la federación y recibir los permisos de la Dirección General de Tráfico. Posteriormente se iniciarían los contactos con los ayuntamientos por los que la carrera puede pasar, con los equipos que se desea que acudan a la misma y organizar el

0 Mariano Palacios.jpg

Mariano Palacios y Carlos Barbero en la Vuelta a San Juan 2019 (Argentina). Fuente: Mariano Palacios

personal que va a estar implicado. Una vez se ha elaborado el recorrido, los organizadores tienen que hacerlo en persona para crear el rutómetro, en el que se incluyen todos los posibles puntos de interés que deben conocer los equipos antes de tomar la salida. “Hay ciclistas internacionales que han dejado de correr y, ahora que han pasado a colaborar en la organización, aseguran que jamás se habían imaginado lo complicado que es preparar todo. Ellos solo cogían la bici y venían a correr, sin saber la labor impresionante que hay detrás”, afirma Mariano Palacios, presidente de la federación de Castilla y León de Ciclismo y comisario árbitro internacional, con varias décadas de experiencia ayudando a organizar Vuelta a Burgos, Vuelta a España o Vuelta a San Juan, en Argentina. “Las carreras grandes ya tienen la dinámica cogida, pero las más pequeñas, organizadas por clubes ciclistas, lo tienen muy complicado. Se les ponen muchos impedimentos y vale mucho dinero”, explica Mariano, quien añade que el ciclismo vive de las subvenciones y de alguna casa comercial que tenga el propio club.

1 Samuel Gil Quintana (La 8 Burgos) (4).

El eslogan turístico de la provincia en la meta de la Vuelta a Burgos 2018. Fuente: Samuel Gil Quintana

La preparación de un diseño atractivo para los equipos, corredores y espectadores es clave a la hora de vender el producto que es la carrera, pero también influyen otro factores como los turísticos, ya que la prueba ciclista permite dar a conocer y difundir televisivamente diferentes lugares icónicos y turísticos de una provincia,

región o país a posibles futuros visitantes de todo el mundo. El recorrido permite poner en valor el patrimonio cultural y paisajístico, por lo que, en ciertas carreras, se tiende a buscar elementos singulares que se sumen al meramente deportivo al plantear el recorrido por el que pasará la prueba. Estos, obviamente se adaptarán a unas características del recorrido que aporten espectáculo, pero sin dejar de lado ese elemento turístico. La Vuelta a Burgos en sus últimos años ha mostrado al mundo el Camino del Cid, el Camino de Santiago, el Geoparque de las Loras o el actual octavo centenario de la Catedral de Burgos, todos ellos referentes de la provincia. En la Vuelta a Castilla y León, al tener al gobierno regional como principal patrocinador, se busca algo similar, presentando recorridos relacionados con la Ruta del Duero, ciudades que son Patrimonio de la Humanidad o efemérides que a la Junta le interesa resaltar como el Año Teresiano.

Qué supone la creación de la prueba, preparación previa necesaria, rentabilidad y razones para hacerlo

La organización también suele contar con la ayuda de expertos que conocen el terreno y proponen posibilidades que realizar, como ocurre en Burgos con el ex ciclista profesional, Íñigo Cuesta. Desde carreras como la Vuelta a Burgos “están abiertos a que cualquier persona pueda aportar su iniciativa para sumar y aportar a la prueba”. En carreras de menor nivel es la propia organización quien decide los lugares de salida y llegada de la etapa, mientras que en las grandes vueltas son los propios ayuntamientos quienes pagan para que la carrera salga de su localidad. En función de estos lugares elegidos, del número de etapas y de los kilómetros que pueden efectuarse -en la Vuelta a España son 19 etapas y unos 3300 km- se prepara el recorrido. Antiguamente la carrera salía cada día del mismo lugar al que se había llegado en la etapa previa, pero actualmente, gracias a la mejora de los transportes, cada vez son más frecuentes los traslados entre lugares muy distantes, algo que no siempre gusta a los ciclistas. Debido a la posibilidad de viajar en avión en los últimos años es habitual ver viajes al acabar la etapa entre el Angliru o Andorra y Asturias, entre Barcelona y Vigo o, incluso, saliendo la carrera en otros países y empleando para el traslado el día de descanso.

Antes de la carrera se notifica mediante un bando municipal a todos los ayuntamientos de pueblos y ciudades por las que va a pasar la carrera para que estén informados de ello y que apoyen la carrera o hagan actuaciones para que todo funcione de forma correcta, como pueda ser la modificación de unas obras o el propio hecho de alentar a la población a que salga a las calles a animar a los ciclistas: “Supone un esfuerzo muy grande, ya que en unas pocas horas un pueblo va a abandonar su vida normal para recibir a más de mil personas y un centenar de vehículos”, explica

2 IMG_20190425_122634.jpg

El lema turístico de la provincia en la meta de la Vuelta a Burgos 2018. Fuente: Samuel Gil Quintana

Miguel Ángel. En algunas de estas localidades también se sitúan metas volantes o sprints especiales con puntos para la regularidad o bonificaciones de tiempo, para animar la carrera y generar movimiento. En carreras menores no se cobra tampoco por poder situarlas en un punto concreto, pero en carreras como la Vuelta a España, sí. Algunos pueblos también solicitan tener cerca el punto de avituallamiento en el que los ciclistas cogen las bolsas que les dan sus equipos con alimentos y bebida, ya que eso permite a la gente del pueblo poder ir a recoger los bidones que lancen a la carretera.

Junto a un recorrido atractivo, otro de los factores que pueden hacer que una carrera sea más vistosa para el espectador son los equipos y ciclistas que acudan a correr en ella, ya sean famosos y del máximo nivel o corredores locales conocidos en la zona. La normativa de la Unión Ciclista Internacional (UCI) marca cuantos equipos pueden acudir de cada categoría a las diferentes pruebas según su nivel. A las carreras World Tour (WT) únicamente pueden acudir equipos World Tour y continentales profesionales, a medida que se va descendiendo en el resto de categorías (.HC .1 y .2) se va reduciendo el número de corredores del máximo nivel que pueden correr en ellas y se va dando paso a equipos continentales, amateur o selecciones nacionales.

GALERÍA (Pulsa en las flechas para ver más)

Ciclistas en la presentación y vehículos de la

Vuelta a Castilla y León 2019. Fuente: Daniel Montes López

La saturación del calendario a veces lleva a los organizadores a no poder contar con todos los equipos de máximo nivel que podrían acudir a sus carreras, ya que optan por ir a otras incluso de menor nivel: “Los intereses de los equipos ya no son solo deportivos. Son empresas que tienen que vender un producto en otros países”, explica Miguel Ángel, quien asegura que el cupo puede cubrirse con equipos pequeños, pero no es lo ideal en carreras de más prestigio. Al final también opera la ley de la oferta y la demanda y para las carreras más pequeñas no es sencillo competir con las que tienen una mayor trayectoria histórica. Además, en algunas carreras importa el factor económico:

“En Europa no se estila pagar a nadie, pero en América o países ricos de Asia como Qatar dan dinero a los equipos y les pagan los traslados y alojamientos para conseguir que vengan”, añade Palacios, “Si quieren a Valverde o a Quintana, lo pagan”.

4 IMG_20190425_114042.jpg

De forma similar a lo que ocurre con los equipos, los organizadores deben también buscar patrocinadores que asuman la carga económica que supone financiar una carrera así. “Se consiguen yendo a hablar con las empresas, pero siempre ha sido muy difícil, más aún con la crisis”, admite Mariano Palacios. Los patrocinadores de empresas locales en España han dejado progresivamente de estar presentes en el ciclismo y sobreviven los más reconocidos, como el Cofidis en la Vuelta a España. Algunas carreras siguen en pie porque la financiación parte del ente público. Además, la carrera no se encarga de vender una publicidad, sino una imagen y un retorno a través de la presencia en televisión,

Podio de la Vuelta a Castilla y León 2019, con los patrocinadores de la carrera. Fuente: Daniel Montes López

en los soportes publicitarios o en los maillots. En otros países donde el ciclismo es un fenómeno emergente la situación es totalmente la contraria. En Europa es difícil que una empresa acuda a patrocinar un evento, pero en Latinoamérica el ciclismo comienza a ser muy seguido en ciertos países y cada vez más empresas se suben al barco para ganar presencia mediática. La Vuelta a San Juan, en Argentina, comenzó en 2018 sin ningún patrocinador y en este año 2019 ya había treinta empresas aportando dinero, por lo que se rebajaba la aportación que tenía que

hacer el Gobierno. En 2020 se prevé que puedan ser hasta ochenta los negocios que se impliquen en el proyecto y patrocinen la carrera. Además, un aumento del dinero disponible también puede repercutir en la cantidad que se destina a los premios de carrera, ya que, una vez cubierto el mínimo que establece la UCI o la federación nacional o regional, la carrera puede aumentar esa cifra si así lo desea.

Conseguir patrocinadores, asistencia de equipos, salto de categoría y diseño de recorridos

7 IMG_20190425_111709.jpg

Coches de asistencia neutra de la Vuelta a Castilla y León 2019. Fuente: Daniel Montes López

Además de los propios organizadores, existe un gran número de personas que intervienen en el desarrollo de la carrera y cuyo papel es fundamental para el correcto funcionamiento de la misma. Los encargados de controlar que la prueba discurre de forma correcta son los jueces árbitros de carrera. Su labor es más complicada de ejecutar que la de otros deportes, ya que no puede interrumpir la carrera cada vez que se produce una infracción. Principalmente tienen dos funciones: una administrativa, la del juez de llegada y el

cronometrador, que gestionan los puestos y tiempos finales de cada etapa y las clasificaciones que derivan de estos, cuya labor se ha visto facilitada con la llegada de la photo finish. En segundo lugar, una labor técnica, que la desarrolla un jurado compuesto por tres personas. Siguen la prueba en varios coches repartidos por la misma, haciendo las indicaciones necesarias y avisando a los equipos de las situaciones que se producen en carrera. Junto a ellos se encuentra entre dos y cuatro comisarios

5,5 IMG_20190425_113722.jpg

Dos miembros de la organización de la Vuelta a Castilla y León 2019. Fuente: Daniel Montes López

motoristas de apoyo que controlan a los vehículos para impedir que los ciclistas se agarren a ellos o vayan a su rebufo. “Con el pelotón agrupado y una escapada por delante, es más fácil controlar la carrera pero en otros momentos puede haber cuatro kilómetros de distancia entre un corredor y otro, por lo que harían falta quince árbitros para controlar todo, lo cual es imposible”, declara Roberto Coca, ex presidente de la Federación de Castilla y León de Ciclismo, miembro de la organización de la Vuelta a Castilla y León y responsable de cuestiones técnicas y tecnológicas en la Vuelta a San Juan, con pasado en

el mundo federativo y comisario internacional en carreras del máximo nivel por todo el mundo. Para comunicarse con los equipos durante la disputa de la carrera, disponen de radio vuelta, una emisora interna de la carrera a través de la cual se emiten mensajes que son recibidos por unos receptores presentes en todos los coches, tanto de los equipos como de la prensa. Los propio árbitros cuentan además con un canal adicional de acceso privado, al igual que las propias vías de comunicación entre los corredores y su equipo. La radio funciona gracias al trabajo de dos motos de información que comunican los incidentes que ocurren en la carrera, los cuales se transmiten al coche del jurado técnico y uno o varios speaker lo transmiten a través del aparato, permitiendo a todos los equipos conocer la situación de carrera. Los mensajes más habituales son las diferencias de tiempo entre

6 IMG_20190425_111729.jpg

El vehículo que abre carrera de la Vuelta a Castilla y León 2019. Fuente: Daniel Montes López

grupos, las cuales se cronometran al paso por cada punto kilométrico, la composición de los grupos, las distancias a puntos calientes de la etapa, los resultados de los sprints, las caídas que puedan producirse, los permisos para acercarse los coches de equipo al pelotón cuando un corredor solicita asistencia y diferentes avisos sobre el estado de la carretera. En los últimos años, algunas carreras han comenzado a compartir a los usuarios de forma gratuita las informaciones de radio vuelta de forma online a través de aplicaciones móviles. En estos coches suele viajar también el presidente de la federación nacional o territorial de ciclismo, quien se encarga de la labor federativa, “poniendo de acuerdo a organizadores, corredores y escuelas” y cuya labor es más complicada en las comunidades autónomas más grandes, por la distancia existente entre las distintas federaciones provinciales y el número de pruebas y equipos de cada una de ellas.

En pruebas como Vuelta a Burgos o Vuelta a Castilla y León llegan a participar unas 300 o 350 personas, entre las que se incluyen a los 150 corredores, 30 directores y técnicos de equipos, 30 miembros de organización y entre 25 y 35 guardias civiles que acompañan y protegen a la carrera -nueve en moto, el resto en furgones o turismos, todos ellos dirigidos por un teniente-. También están presentes una veintena de motos para seguridad, árbitros, información para los corredores y cámaras de televisión, y todos los vehículos en que viajan el organizador, el jefe de prensa, el que abre carrera o el coche escoban que recoge a quienes abandonan. También participan dos equipos de señalización, ambos de una decena de personas: uno, antes del desarrollo de la prueba, sitúa a lo largo del recorrido todo tipo de flechas, avisos de zonas estrechas o rotondas, metas volantes, carteles con los kilómetros

restantes y el arco hinchable de los últimos mil metros; y otro que se encarga de recoger todo a la finalización de la carrera y entregar en meta este material al primer equipo para que lo use al día siguiente. En grandes vueltas la cifra aumenta considerablemente, hasta más de un millar en Vuelta a España y más de dos en el Tour de Francia, donde acuden hasta 300 periodistas. En pruebas menores como son las carreras de aficionados acuden en torno a seis o siete árbitros, uno o dos periodistas y una docena de motos de seguridad interna, los llamados

5 IMG_20190425_111747.jpg

Motos de la Guardia Civil que trabajó en la Vuelta a Castilla y León 2019. Fuente: Daniel Montes López

‘banderas amarillas’, que se encargan de encintar el recorrido y cortar los cruces para que no pasen los coches. En cuanto pasa el pelotón por la zona en que están, se dirigen rápidamente al siguiente punto conflictivo y, de esta forma, actúan como una rueda cubriendo todos los tramos. Hay también equipos de diez o veinte personas que se encargan de preparar las salidas y llegadas: montan el vallado, el arco de salida y meta, el camión del control de firmas en el que los corredores confirman que participan ese día, preparan el control antidopaje en meta, se encargan del protocolo de entrega de premios y reservan los aparcamientos para los vehículos de los equipos y de todos aquellos que van a rodar junto a la carrera, situándolos en función de su situación durante la carrera -prensa, árbitros y dirección de carrera por delante; los equipos, el resto de árbitros y el personal médico, detrás-. De los mozos recalca la importancia que marca la experiencia ante la complejidad de hacer que todo funcione correctamente: “Debe ir fluido, como un engranaje” y Coca asegura que “nadie va de turismo”, pese a que alguna vez acuda algún invitado como el alcalde o el director general de deportes de la ciudad.

La opinión general es que las pruebas españolas cuentan con una buena organización. Mariano Palacios afirma que Burgos cuenta que Burgos es uno de los referentes en ese sentido, especialmente a nivel de seguridad y de buen trato y alojamiento de los equipos: “Eso encanta a los directores y corredores, quienes querrían venir pero que, a veces, tienen intereses comerciales que se lo impiden”. Sin embargo, este aspecto organizativo no es el que sitúa a una carrera en un nivel mayor o menor: “Es una cuestión puramente político-deportiva que no está en manos del organizador”, asegura De los Mozos. Carreras

8 IMG_20190425_132458.jpg

El equipo de salidas de la Vuelta a Castilla y León 2019 recoge la infraestructura tras la partida de los ciclistas.

Fuente: Daniel Montes López

como Burgos han innovado a nivel de organización y seguridad, creando modelos que actualmente se están organizador”, asegura De los Mozos. Carreras como Burgos han innovado a nivel de organización y seguridad, creando modelos que actualmente se están exportando a carreras como el Tour de Francia, como algunos tipos de vehículos y señalizaciones, o incluso siendo pioneros en el uso del transpondedor para medir los tiempos o la infografía 3D para visualizar recorridos. Pese a ello, explican que es difícil que una provincia de 300.000 habitantes compita por una licencia contra países como Polonia, que tienen cuarenta millones de habitantes y un crecimiento del 6% y que resultan más interesantes para la UCI por cuestiones estratégicas. Coca explica además que en la sociedad occidental las propias mejoras en una carrera llegan en muchos casos debido al dinero que se disponga para invertir. Burgos ya intentó hace unos años entrar en el World Tour, pero no se logró por los intereses económicos que había en torno a otros países como China, Emiratos Árabes Unidos, Turquía o la mencionada Polonia. La que sí que ha ascendido de categoría, incorporándose al calendario de la UCI, es la Vuelta a Burgos de Féminas: “Se espera que el año que viene sea World Tour, ya que aquí sí que hay más huecos, lo que propiciaría que acudieran los mejores equipos a correr. Todo ello está encaminado a poder crear un equipo del máximo nivel en la provincia”, asegura de forma esperanzadora Palacios. Esto perjudicaría al resto de equipos españoles no profesionales, quienes no podrían acudir a competir, pero añadiría más competitividad.

Personal que participa en carrera, la labor de los árbitros y los presidentes de federaciones

9 Samuel Gil Quintana (La 8 Burgos) (6).

Otro aspecto a gestionar y que con los nuevos medios de comunicación de masas toma mucha relevancia es la gestión, compra y emisión de los derechos televisivos de la carrera. Estos suelen ser gestionados por la propia carrera a través de una empresa externa que produce la señal, la cual se comercializa por todo el mundo. Desde la Vuelta a Burgos la señal se ha cedido a varias cadenas españolas y extranjeras, de hasta once países, incluido L’Equipe, quien lo difunde por todos los países francófonos, permitiendo una gran promoción de la provincia. Sin embargo, únicamente carreras como las grandes vueltas reciben retribuciones de las cadenas por poder emitirla, ya que son eventos de los que todos quieren disponer. El resto pagan una parte a la propia cadena, independientemente de que la producción de la señal la haga la organización de la carrera o la propia empresa televisiva. Por ello, las carreras menores tienen que ir a buscar a las cadenas para poder emitirlo y no a la inversa. Debido a la crisis económica de 2008 muchas pruebas de España perdieron incluso su emisión en directo por la reducción de presupuesto o se vieron obligadas a eliminar varios días de competición. A principios de los 2000 había el doble de calendario en España y muchas pruebas desaparecieron por motivos económicos como la Vuelta a Aragón, no disputada entre 2006 y 2017, la Vuelta a Galicia, desaparecida del calendario profesional en el año 2000 o la Vuelta a los Valles Mineros, que dejó de celebrarse en 1997.  Algunas carreras apuestan ahora por vender la señal a cadenas autonómicas o por otros modelos como los resúmenes de los mejores momentos o los streaming a través de Internet, los cuales no dejan de ser caros, ya que la producción de apenas diez minutos de imágenes de una carrera

menor puede costar más de dos mil euros. En los últimos, la cadena temática privada internacional Eurosport ha adquirido la gran mayoría de carreras ciclistas de renombre. Cada año emite en directo o a través de resúmenes decenas de carreras y cientos de horas de este deporte, incluyendo casi la totalidad de carreras del World Tour, un alto porcentaje de carreras .HC y muchas carreras .1 de países de todo el mundo, así como una creciente oferta de pruebas del calendario femenino. Pocos días hay en el año en los que no se emite una o varias etapas en televisión, las cuales siempre cuentan con su público. En el otro lado de la balanza, el medio público, representado por Teledeporte de Televisión Española, ha reducido

El equipo que cubrió la Vuelta a Burgos de 2018 en La 8 Burgos de RTVCYL. Fuente: Samuel Gil Quintana

drasticamente su oferta de ciclismo, centrándose en la Vuelta y el Tour, junto a alguna de las vueltas por etapas del máximo nivel, los monumentos o los mundiales. Roberto Mena, periodista deportivo de El Mundo - El Correo de Burgos cree que se debe a la cultura ciclista de nuestro país, la cual es diferente a la de otros como Francia o Bélgica, ya que solo interesan y se valoran Giro, Tour y Vuelta. El resto de carreras, salvo casos muy concretos como las Clásicas de las Ardenas cuando ha ganado Alejandro Valverde apenas han tenido presencia en los medios y solo son seguidas por los mayores aficionados a este deporte. Esta hipótesis la apoya Samuel Gil Quintana, periodista deportivo de La 8 Burgos de RTCYL: “El aficionado español es un aficionado de sofá de verano, mientras que en países como Colombia el ciclismo es una religión. Aquí el aficionado critica al corredor español si no gana, cuando no saben que la temporada dura de enero a noviembre. Es un problema de educación deportiva que deseo que cambie para que se entienda mejor este deporte”.

10 IMG_20190322_130824.jpg

Para promocionar la carrera y darla a conocer, además de la propia publicidad que hagan las cadenas que vayan a emitirla, la propia organización también prepara un plan de comunicación que sirva de base para todas las actuaciones publicitarias. Elaboran un cartel oficial para cada edición, se crean soportes de todo tipo, se editan vídeos con los resúmenes y mejores momentos del año anterior, se informa a través de los calendarios y sitios web de las federaciones y se coloca todo tipo de cartelería en lugares por los que va a discurrir la carrera, como comercios o bares de las diferentes localidades implicadas. El uso de redes sociales también es de vital importancia y cada vez se emplean más plataformas como Twitter, Facebook o Instagram para colgar las informaciones y llegar a diferentes perfiles de público. La otra vía principal para llegar al público son los medios de comunicación. A medida que se van fijando los recorridos definitivos de la carrera, estos se anuncian a la prensa, publicando noticias poco a poco. La carrera cuenta para ello con un responsable de prensa y uno de redes sociales, los cuales tienen una relación fluida con los diferentes medios. Cuando se aproxima la carrera se hace una

Cartel de la edición 2018 de

la Vuelta a Burgos.

 Fuente: Daniel Montes López

presentación oficial y posteriormente se va ampliando la información de las etapas y los equipos participantes. No es muy habitual hacer ruedas de prensa con corredores o directores, salvo en carreras como las grandes vueltas, que aprovechan el día previo al inicio o los días de descanso para ello. Durante el desarrollo de la carrera desde la organización se controla el trabajo de los cámaras de televisión y los fotógrafos, ya que todos tratan de obtener las mejores imágenes, pero siempre se debe respetar el espacio del ciclista. Al finalizar la etapa, la carrera envía a la prensa los resultados y fotografías, en caso de que no hayan podido acompañar a los ciclistas durante la prueba.

Derechos de televisión, labores en carrera, radio vuelta y promoción de la prueba

Ante las diferentes complicaciones surgidas en los últimos años en torno a la organización de ciclismo, ¿por qué se sigue apostando por ello si no es una actividad lucrativa o con un retorno económico directo? Desde un punto de vista, siempre habrá ciclismo al igual que siempre habrá fútbol o baloncesto: porque hay equipos interesados en correr y gobiernos interesados en organizar este deporte. De forma más pormenorizada, desde un punto de vista institucional el ciclismo es considerado “el mejor vehículo para difundir la variedad de riqueza paisajística, patrimonial y cultural que tiene una provincia o región”. Desde el IDJ se considera la mejor inversión que se puede hacer en torno a un evento deportivo. Solo con todos los minutos que aparecen lugares emblemáticos de una zona en televisión convierten en suficientemente rentable la inversión hecha. Además, cuando se organiza

desde una institución, permite que haya una mayor transparencia delos fondos empleados para ese incremento del potencial turismo. Por tanto, no hay un reembolso directo en forma de dinero, sino de publicidad. El ciclismo es el sexto deporte con más presencia en los informativos de TVE, habiendo aparecido en 128 días el pasado 2018, únicamente por detrás del fútbol, baloncesto, tenis, automovilismo y motociclismo. Además, el Tour de Francia es el tercer evento más visto por televisión del mundo, tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol de la FIFA. Cada año es visto por 4.500 millones de personas en 190 países y el país recibe 18 millones de visitas anuales únicamente para presenciar este acontecimiento.

11 IMG_20170803_173824.jpg

Camión de meta de la tercera etapa de la Vuelta a Burgos 2018 en Picón Blanco.

 Fuente: Daniel Montes López

La rentabilidad, por tanto, de organizar la carrera proviene de aspectos como esta publicidad. La Diputación Provincial de Burgos asegura que gracias a la Vuelta a Burgos se consigue una promoción, divulgación y presencia de la marca provincial por todo el mundo que equivaldría al gasto de doce millones de euros. Casi la totalidad del presupuesto se reinvierte en la población y existen además

9 IMG_20190427_194046.jpg

Caravanas de asistentes al Trofeo XCO de El Castillo de Burgos de 2019.  Fuente: Daniel Montes López

otros ingresos derivados de la presencia de los ciclistas como son los de alojamiento de varios centenares de personas durante casi una semana, la gasolina de los vehículos o el aprovisionamiento que hacen los equipos de alimentos y otros materiales.En carreras menores que son organizadas por clubes que hacen los equipos de alimentos y otros materiales. En carreras menores que son organizadas por clubes ciclistas, los propios estatutos de estas asociaciones les impiden tener un ánimo de lucro, por lo que no pueden ganar dinero con la

carrera. Sí que puede justificar unos ingresos cuando los reinvierte en elementos relativos a la carrera y en su propio patrimonio, como puede ser comprando vallas o camiones. Por ello existen pruebas de categoría máster o cicloturistas que cobran por la inscripción y los 500 euros que obtiene los destinan, por ejemplo, a organizar una prueba de escuelas. En España únicamente obtiene dinero La Vuelta, gracias al dinero pagado por las cadenas de televisión para su emisión.

12 IMG_20190425_125615.jpg

Corte de cinta al inicio de la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León 2019.  Fuente: Daniel Montes López

13 IMG_20190425_125915.jpg

Roberto Coca da la salida neutralizada de la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León 2019.  Fuente: Daniel Montes López

Al final el ciclismo aporta vida a una ciudad o pueblo durante unas horas o días. Se trata de una tradición que rodea a los pueblos en verano, en los que la gente se vuelva con la prueba y sale a las carreteras a aplaudir a los ciclistas. En países de Sudamérica o, en el caso de España, sobre todo en el País Vasco, la población ama este deporte. Además, en general son eventos bien recibidos por la mayoría de la población, sea o no seguidora del ciclismo. Los cortes de tráfico apenas duran unos minutos y, al igual que ocurre con las fiestas patronales, aunque a alguna gente le moleste que pase la carrera por su casa, la mayoría entiende que se trata de un evento deportivo singular y positivo para la ciudad. El mencionado turismo es más frecuente de lo que pueda parecer. Muchas personas recorren los países con su autocaravana para presenciar las diferentes etapas de cada carrera. Algunos son familiares, amigos o seguidores de un corredor o equipo concreto y otros aficionados al ciclismo en general. Algunos llevan sus bicicletas para hacer los recorridos o ascender a los puertos antes de que lo hagan sus ídolos. En la Vuelta a España hay casi un centenar de caravanas siguiendo la prueba, provenientes de países como Holanda, que tiene una gran tradición ciclista. Lo mismo ocurre con pruebas cicloturistas a las que acude gente de todas las partes del mundo para participar. El ciclismo femenino también está aumentando su práctica y su seguimiento, consiguiendo que aficionados lo descubran, se documenten sobre él y acudan a presenciarlo. El aficionado de ciclismo también es diferente al de otros deportes, ya que es capaz de conducir 400 km, subir a pie o en bicicleta a una montaña y esperar todo el día para ver pasar a los corredores durante quince segundos. Pese a que todo dependerá de la época, el tiempo o la zona, o incluso de la situación en que se encuentre el ciclismo de ese país, pero, si hay personas capaces de hacer semejante esfuerzo por tan pequeña recompensa, debemos pensar que siempre habrá aficionados que quieran seguir este deporte en las competiciones. Si desaparecen unas, aparecerán otras para remplazarlas.

Beneficios para la ciudad, afluencia de público y turismo ciclista

gmail-1162901_960_720.png
  • YouTube
  • Twitter

      ¡Síguenos!

      Twitter: https://twitter.com/DanielMontes_19

      Youtube: https://www.youtube.com/channel/UC_7VfSMSZlfYqxUChpYI1Vg

      Email: danielmontesperiodismo@gmail.com

      ¡Comparte!

Deja tu comentario sobre el reportaje
¡Pon nota al reportaje!No me ha gustadoMejorableBienBastante bienMe ha encantado¡Pon nota al reportaje!

¡Gracias por tu mensaje!

© 2019. Creado por Daniel Montes López

bottom of page